Placa Articulo 29 Derechos Humanos colocada en Santiago de Compostela (A Coruña), Casas Reais, Praza Salvador de Parga, 4-5, donada por la Fundación Castro de San Lourenzo
«TENGO DEBERES RESPECTO A LA COMUNIDAD»
Toda persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que solo en ella puede desarrollar libre y plenamente su personalidad.
En el ejercicio de sus derechos y en el disfrute de sus libertades, toda persona estará solamente sujeta a las limitaciones establecidas por la ley con el único fin de asegurar el reconocimiento y el respeto de los derechos y libertades de los demás y, de satisfacer las justas exigencias de la moral, del orden público y del bienestar general en una sociedad democrática.
Estos derechos y libertades no podrán, en ningún caso, ser ejércitos en oposición a los propósitos y principios de las Naciones Unidas.
En el Colegio Raiña Fabiola de Santiago de Compostela se llevó a cabo un taller para niños de primaria desarrollado por la Fundación International Solidarity for Human Rights llamado “Human Rights Class in a Box” dedicado a la enseñanza y aprendizaje de los Derechos Humanos, en el que se les entregó a los estudiantes una guía con los 30 artículos en español y en inglés, además de nombrarles embajadores con el fin de que realicen una labor divulgativa de los mismos entre sus compañeros, amigos y familiares.
Articulo 29 Derechos Humanos
Agradecimientos a:
- Fundación International Solidarity for Human Rights
- Fundación Castro de San Lourenzo
- AFundación, Obra Social Abanca
- Asociación Asturgalaica de Amigos del Camino Interior
- Ateneo de Santiago
- Real Sociedad Económica de Amigos del País de la ciudad de Santiago
- Conservatorio Histórico de Santiago
- Eladio de Mora, dEmo
- Tino Díaz Morán, TaxiCamino
- Where is Asturias
Para más información dirigirse a prensa@whereisasturias.com
FUENTE CORTE INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS. Cada derecho conlleva un deber: si tenemos el derecho a la educación debemos estudiar; si tenemos la suerte de tener trabajo debemos trabajar honradamente; si queremos que se nos respete la dignidad, debemos respetar la dignidad de los otros.
Hemos de seguir la regla de oro existente en muchas culturas: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti” o en el cristianismo “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.